domingo, 30 de abril de 2017

HAMBRE, INGESTA DE ALIMENTOS Y SALUD



HAMBRE, INGESTA DE ALIMENTOS Y SALUD

Digestión y flujo de energía

El objetivo principal de la ingesta de alimentos es proveer al organismo la energía que necesita para sobrevivir y fun­ cionar.



La digestión es el proceso gastrointesti­ nal de descomposición de la comida y absorción de sus constituyentes por el organismo.


Etapas de la digestión




Como resultado de la digestión, la energía se suminis­tra al organismo en tres formas 1) lípidos (grasas): 2) aminoácidos (el producto de la degradación de las proteínas) y 3) glucosa (un azúcar simple, producto del metabolismo de hidratos decarbono complejos, es decir, almidones yazúcares com­ plejos).

La energía se almacena en tres formas: grasas, glucógeno y proteínas. La mayor parte de las reservas energéticas del o r­ ganismo se almacena como grasas; relativamente poca como glucógeno o proteínas.


El metabolismo energético





La insulina desempeña tres funciones: 

1) Es­ timula la utilización de la glucosa como principal fuente de energía por parte del organismo. 

2) Estimula la con­ versión de los carburantes de transmisión hemática en formas que pueden almacenarse: la glucosa en glucógeno y grasa, y los aminoácidos en proteínas. 

 3) Estimula el almacenamiento de glucógeno en el hígado y los múscu­los, de las grasas en el tejido adiposo y de las proteínas en los músculos.


A diferencia de la fase cefálica y la de absorción, la fase de ayuno se caracteriza por un nivel sanguíneo alto de glucagón ybajo de insulina.





Teorías sobre el hambre y la ingesta de alimentos


Cuando el nivel de recursos energéticos del organismo desciende muy por debajo del punto de ajuste, la persona se ve impulsada por una sensación de hambre a comer de nuevo.


Para sobrevivir en condiciones naturales, cualquier especie de sangre calien­te necesita un sistema de hambre y de ingesta de alimen­tos que prevenga la falta de energía, más que uno que se limite a responder ante ésta una vez que ha surgido.



Lo que mueve nor­malmente a los seres humanos y otros animales a comer, no es una carencia interna de energía sino que son incita­dos a comer por el placer anticipado de esta ingesta. Al placer anticipado de una conducta se le denomina su va­ lor de incentivo positivo



Factores que determinan qué comemos

Preferencias y aversiones gustativas aprendidas

Los animales aprenden a preferir sabores que se asocian con un aporte de calorías y a evitar sabores que se aso­cian con enfermedades. 


Además, los seres humanos y otros animales aprenden a comer observando a sus congéneres.


De for­ma similar, en los seres humanos, muchas preferencias por determinados alimentos son específicas de una cultu­ra determinada 



Factores que influyen en cuándo comemos


El número de veces que los seres humanos comen al día está influido por normas culturales, horarios de trabajo, rutinas familiares, preferencias personales, riqueza y una gran variedad de otros factores.



El hambre a la hora de comer se debe a la expectativa de alimento y no a una ca­rencia de energía.


Factores que influyen en cuánto comemos

La existencia de comida en el in­testino y la entrada de glucosa en la sangre pueden inducir señales de saciedad, las cuales inhiben el consumo poste­rior. Estas señales dependen tanto del volumen como de la densidad nutritiva.



El hecho de que consumir pequeñas cantidades de comida antes de la co­mida principal, en realidad aumenta el hambre más que la reduce. Este es el efecto aperitivo.



Influencias sociales y saciedad:La sensación de sa­ciedad depende de que se esté comiendo solo o en com­pañía. Redd y de Castro (1992) encontraron que sus sujetos consumían un 60% más cuando comían en compañía de otros. 



Muchas personas comen menos de lo que les gustaría con el fin de alcanzar el ideal de delgadez de su sociedad, y otras se abs­tienen de comer grandes cantidades delante de otros para no parecer glotones. 


Saciedad sensitiva específica: La cantidad de sabores diferentes que brinda cada comida ejerce un efecto importante sobre la cantidad de comida que se ingiere.



Regulación del peso corporal

 Según el modelo de punto de equilibrio, el peso corporal permanece estable en tan­to no se produzcan cambios a largo plazo en los factores que influyen en él.

Si se reduce la ingesta de alimentos de un su­jeto, tienen lugar cambios metabólicos que deter­ minan la pérdida de peso. Lo contrario sucede si el sujeto come en exceso.

   
Cuando un individuo ha perdido una canti­dad importante de peso (debido a dieta, ejercicio o a una extirpación quirúrgica de grasa), se da una tendencia a recuperar el peso original una vez que el sujeto vuelve a su previo estilo de vida relacio­ nado con la ingesta de alimentos y gasto de energía.


El sistema anabólico se encarga del mantenimiento o la ganancia de peso corporal a través de la estimulación de la ingestión de alimentos poniendo en marcha por un lado, los mecanismos que inducen el hambre (el deseo intrínseco de la ingestión de alimentos ó la necesidad de cualquier tipo de alimento) y el apetito (preferencia específica por algún alimento) y por otro lado, se activan los mecanismos que inhiben el gasto energético.


 El sistema catabólico es el encargado del manteni- miento o de la pérdida de peso, a través de mecanismos que aumentan el gasto energético y disminuyen la ingesta alimenticia activando señales de llenado gastrointestinal y de saciedad.




Investigaciones fisiológicas sobre el hambre y la saciedad

 El hambre, la saciedad y el balance energético, se regulan por un sistema neuroendocrino redundante, integrado a nivel del hipotálamo. 


El sistema consiste de una compleja red de circuitos neurohormonales, que incluyen señales moleculares de origen periférico y central, de corta y de larga duración; así como, otros factores de tipo sensorial, mecánico y cognoscitivo. 

El sistema minimiza el impacto de fluctuaciones de la ingesta y el gasto energético sobre la masa grasa y el peso corporal. 

Las señales de corta duración, en su mayoría hormonas del tracto gastrointestinal, regulan la cantidad de alimento consumida en cada tiempo de comida. 

Las señales de larga duración reflejan el tamaño de la reserva grasa. 

Señales Moleculares


Estas pueden tener efectos orexígenos (hambre) que activan vías anabólicas, o bien efectos anorexígenos (saciedad) que activan vías catabólicas.


  La Insulina. Es una hormona que secreta el páncreas para nivelar los azúcares en sangre (glucemia), siempre después de comer o beber nuestros niveles de glucemia se elevan, inmediatamente el pancreas secreta insulina a la sangre para que estos sean absorbidos por las células y estas las transporten a todo el organismo. Es la hormona del hambre.

 Dopamina. El apetito es controlado por los niveles de dopamina en el centro de recompensa del cerebro. Señalización de la dopamina es modificado por las hormonas de las tiendas del intestino, páncreas y grasa que detectan el estado y las necesidades nutricionales.


La función biológica del NPY.  Sus efectos consisten en incrementar la ingesta de alimentos (especialmente de carbohidratos), disminuir la termogénesis y estimular la síntesis de enzimas lipogénicas en el hígado y el tejido adiposo. 


Galanina. Es un neuropéptido con potente efecto orexígeno que aumenta la ingesta de lípidos preferencialmente.

Ghrelina: estimula la ingesta alimenticia, eleva el peso corporal, disminuye la utilización de grasa; incrementa la expresión de NPY.


Leptina. Los efectos principales de la leptina son inhibición de la ingesta alimenticia e incremento del gasto energético. 

Serotonina. Se produce en los núcleos caudales del tallo cerebral y tiene efectos anorexígenos en especial para alimentos ricos en carbohidratos.


Péptidos similares al glucagón. Su función es, inhibir el vaciamiento gástrico en seres humanos y estimular la saciedad e inhibir la ingesta alimenticia.

Péptido PYYEs el péptido de la saciedad que se libera en el tracto gastrointestinal.


Estructuras cerebrales del hambre y la saciedad



La conducta de comer está controlada por dos regiones diferentes del hipotálamo: la saciedad por el hipotálamo ventromedial(HVM) y el hambre por el hipotálamo lateral ( H L ).



Lesiones electro­líticas bilaterales del hipotálamo ventromedial producen hiperfagia (comer en exceso) y obesidad extrema en las ratas.


Las lesiones elec­trolíticas bilaterales del hipotálamo lateral producen afagia (cese total de la ingesta de alimentos).

Obesidad humana

Estado patológico que se caracteriza por un exceso o una acumulación excesiva y general de grasa en el cuerpo.


Los factores genéticos contribuyen asimismo a la obe­sidad.  No obstante, la oleada actual de obesidad está ocurriendo demasiado rápidamente para deberse a cambios genéticos.


Existen muchos factores que llevan a algunas personas a comer más que otras que tienen un acceso a la comida comparable.



Algunos consumen más energía porque tienen una marcada preferencia por el sabor de los alimentos ricos en calorías, algunos consumen más porque se han criado en fa­ milias y/o culturas que promueven una ingesta de ali­mentos excesiva; y algunos comen más porque tienen respuestas de fase cefálica particularmente amplias ante la vista o el olor de la comida.



Respecto al output de energía, los individuos difieren marcadamente uno de otro en el grado en el que pueden gastar el exceso de energía consumida. La diferencia más obvia es que las personas difieren sustancialmente en la cantidad de ejercicio que hacen; sin embargo, hay otras.



Anorexia y Bulimia nerviosa


Por el contrario de la obesidad, la anorexia nerviosa es un trastorno de bajo consumo de alimentos. Las personas con anorexia comen tan poco que experimen­tan una pérdida de peso peligrosa para la salud y, pese a su aspecto grotescamente escuálido, sue­len verse a sí mismas gordas.


Los pacientes con anorexia tienen periódica­ mente episodios de consumo de alimentos, que habitualmente se siguen de purgas mediante altas dosis de laxantes o de vómitos que se provocan a sí mismos.


De los in­ dividuos que manifiestan ciclos de ayuno, atracones de comida y purgas, sin una pérdida de peso excesiva, se dice que sufren bulimia nerviosa.  



REFERENCIA

Pinel, J. (2007). Biopsicología. Madrid, España. PEARSON EDUCATION. Capítulo 12.

1 comentario:

  1. D esafiando a las multitudes masivas de ese día conocido por los minoristas y los compradores como «Viernes Negro».
    https://bibliotheque-du-capucin.com/como-identificar-los-sesgos-estadisticos/

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